sábado, octubre 08, 2005

La familia de nuestra familia


Me dice un amigo que según él está claro que los gustos personales fuera de común o "alternativos" responden a una falta de afecto del núcleo familiar durante la niñez y los años de formación. El no lo dice así, pero le repregunto y me dice que efectivamente, así es, la presencia o ausencia de abuelos en la familia, por ejemplo, podría ser crítica, porque además de ser una fuente de gran cariño, ofrecen una suerte de contraste para desprenderse emocionalmente de los padres.

Yo no soy psicoanalista pero en todo caso los legos estamos para exigir explicaciones a los especialistas. Coincidiendo totalmente con la importancia del afecto y la independencia emocional de las personas, me parece que no hay ninguna evidencia que diga que una y otra deben provenir de la familia, ni si quiera que esto sea mejor por alguna causa cualitativa. En cambio se percibe comúnmente que el afecto familiar está teñido de un sentido perverso de posesión. En estos casos pareciera que alguien externo a la familia es más apropiado para los años de formación.

Quizás no es tanto que la falta de familia nos provoca gustos alternativos, sino que el exceso de familia puede aislar de tal forma de la realidad que para compensar los gustos se hacen más extremos.

La psicología sostiene que en la adolescencia los gustos raros responden a una construcción de una personalidad autónoma. En este sentido, habría que mirar raro a los que no tienen algún gusto extraño en la adolescencia y no al contrario.

No es mi intención concluir con una oda a la educación pública laica, porque ésta también tiene sus objetivos institucionales y alimenta el servilismo, pero la familia señoras y señores... todavía sigo esperando los argumentos...

2 comentarios:

punchou dijo...

Grosso, grosso. Muy grosso.

soledad dijo...

buenísima!!!